4/4/08

Articles


El projecte Fugida dels premis Habitàcola va tenir cert reso en alguna publicació. Aquí es transcriu un article publicat al suplement dedicat a les dones, del diari El Mundo, “YO dona” del 3 de Desembre del 2005, escrit per la directora d’aquesta revista, Charo Izquierdo:


Un tejado para todos

Claro… con la que está cayendo, más vale, pensarán muchos que lean el título. Es más literario que otra cosa, aunque surge en Barcelona, ciudad en la que entre otras cosas visité recientemente la casa Burés, motivo de fascinación y goce. La casa no es una cualquiera, es una de las más bellas joyas del modernismo catalán, situada en pleno Ensanche (ahí donde se construyó y urbanizó pensando en vida y arte y no en especulación) y que entre otras cosas me trajo a la memoria dulces noches de infancia y de los primeros recuerdos que tengo de un anuncio en la televisión…, las sábanas El burrito blanco. No, no dormí en aquella casa ni rebusqué entre su ropa blanca. Sencillamente la familia Burés fue la dueña de aquella marca que mencionaba expresamente al Platero (menudo, peludo y de algodón) que también nutrió nuestros sueños infantiles. Fue, porque hoy la casa pertenece a una entidad financiera y hasta el día de diciembre a quienes quieran visitar la edición de Casa Decor.

Aparte de visitar entusiasmada el lugar y de comer, charlar, reír con un grupo interesantísimo de diseñadores catalanes (que por cierto adoran Madrid tanto como yo Barcelona) que han realizado un magnífico trabajo en la casa, me llevé una agradable sorpresa, más allá de la del burrito. Nuevamente, en Casa Decor se han celebrado los premios Habitàcola dirigidos a estudiantes de arquitectura y diseño, organizados por Arq-in-Fad. Este año, el galardón ha ido a para al grupo Fugida, que ha ideado una casa de acogida para mujeres maltratadas. Uno tiene la sensación de que estos espacios suelen ser angostos y, no sé por qué, hasta oscuros. Lo más bello de este proyecto ganador es precisamente la luz, aparte del proyecto en sí mismo, que ya es interesante. Muros acristalados, lugares comunes, paneles que se mueven al antojo y según las necesidades de sus moradoras. Esa es su gran baza. Que alguien piense en ofrecer la luz a quienes salen de la oscuridad de una mala vida es de una generosidad y una lucidez aplastante. Que quienes así se expresen sean los más jóvenes resulta esperenzador. Ojalá, aquellos que tienen los medios para llevarlo a cabo se pongan manos a la obra.